Tus ojos casi siempre tienen otra dirección, y así aprovecho a contemplarte, trato de no ser tan obvia, aunque últimamente me importa cada vez menos, y menos y menos que te des cuenta de lo mucho que siento por ti.
Desde niña sabía lo compleja que eran mis ideas, lo difíciles de concordar con las demás, lo complicada, infantíl, inmadura e innecesaria que sería mi amistad con personas de mi edad, no entendían ni la mitad de mis palabras, gustos, ideas, creencias, simplemente no encajaba.
Mi utopía era pensar que mi sensación no era única, que existían más personas que al igual que yo se esforzaban por encajar "Aquí", y que en algún momento cuando estuvieramos preparados vería tu ser y te reconocería; y así fué como casi de inmediato al divisarte en la noche y entre la multitud sentí tu soledad voluntaria y supe que eras tú.
Recorde un sueño en mi niñez, donde te ví,pero con el paso de los años olvide tu semblante, aunque la sensación que experimente la recuerdo vívidamente ya que quedo entrañablemente grabada en mi memoria, me recordaba cada día que aunque olvidara el sueño , las imágenes y lo que pasó en él, la sensación que me causaría el verte me haría recordar todo, y aunque la primera vez que te divise en aquella noche no paso, al pasar los días, hubo un día en partícular donde sentado lejos de mi pude observarte y solo pense -Que hermoso eres en verdad- al mismo tiempo que dibujaba una sonrisa por lo que acababa de decir en mi interior.
No muchas cosas me causan tanta felicidad, como el contemplar, escuchar y disfrutar tú sonrisa, y aunque para ese evento no tenga primera fila en el estrado de tu vida, para ser honesta creo que compre boleto de entrada para sentarme al final, en la parte más lejana de el, y ahí pienso permanecer callada, aun así, me conformo con divisarte de lejos, al fin y al cabo que escucho la obra de tu vida tan o igual que bien que la demás audiencia, no es que no este dispuesta a pagar por un boleto más caro para tenerte mas cerca, sino que trato de convencerme que vale la pena gastar cada centavo en ese boleto y no despues lamentarme de ello.
Aunque por contemplar tu sonrisa, el costo se queda en nada, olvido el valor de cualquier cosa temporal, al detenerse el tiempo en ella, olvido mi jornada diaria en ella, olvido mi pena en ella, me olvido de mi en ella, y lo unico que puedo experimentar es inmediata felicidad,y si debe ser así toda mi vida, y tendre que estar toda mi vida sentada en la misma butaca, viendo la misma obra, observandote a lo lejos de tu estrado, solo por contemplar tu sonrisa, para mi vale la pena pagar el boleto cada noche para ver la presentación y contemplar "Tú Sonrísa".
-LANDYARETH-
